
El uso de las metáforas hoy en día está tan en auge y es tan eficaz que hasta cuesta creerlo. Y no hablamos solo de metáforas en la psicoterapia, sino que distintos perfiles profesionales las utilizan ahora muchísimo.
Aunque en este articulo te hablaré de las metáforas aplicadas a terapia, cabe destacar que uno de los perfiles que también las utiliza es el sector de los emprendedores: independientemente que se trata de un Community Manager, o de una persona que escribe textos (copy), que es un orador y quiere persuadir con la ayuda de metáforas o que las utilizan en publicidad, las metáforas funcionan porque la menta funciona metafóricamente.
¿Qué es una metáfora?
La metáfora es un medio de comunicación lleno de expresividad, de creatividad y con su ayuda se transmiten y se evocan emociones y estados.
La palabra “metáfora” viene del griego (metapheró) y significa traslado, desplazamiento. Es decir, nosotros trasladamos un sentido o una utilidad de una cosa a otra.
Ventajas del aprendizaje a través de metáforas
El uso de las metáforas no es algo nuevo; no es de hoy, no es de ayer; es de hace mucho tiempo. Es más, hace ya siglos que se utilizan las metáforas en diferentes tradiciones, en diferentes culturas, y es así como se han transmitido muchísimos aprendizajes. La razón es porque los aprendizajes por escrito y los aprendizajes tradicionales son más difíciles de integrar y recordar posteriormente. Pero aquellos aprendizajes y enseñanzas que se transmiten a través de metáforas se quedan y los integramos.
¿Por qué? Porque nos evocan emociones, nos hacen sentir de una determinada forma y nos quedamos con ello. A todos nos gustan cuando nos cuentan una buena historia o cuando nos explican algo con la ayuda de una analogía o metáfora. Los niños adoran los cuentos y los pacientes hacen el click más fácilmente cuando escuchan una metáfora.
Por esta razón se empezó a utilizar con mucha frecuencia en terapia hace unos años y terapeutas de diferentes escuelas las incorporan en su consulta.
Error en el uso de las metáforas para la terapia
El error principal que hay en el mundo de las terapias es que los terapeutas buscan metáforas concretas, metáforas específicas para problemas. Por ejemplo: metáforas para la autoestima, metáfora para una fobia, metáfora para ansiedad, metáforas para una persona que tiene una enfermedad autoinmune. La cuestión es las metáforas no se hacen de esta forma, las metáforas no son simples cuentos, no son simples analogías que cogemos de un libro y se lo decimos a nuestro paciente. Puede funcionar sí, pero no va a funcionar con todo el mundo porque lo que nosotros buscamos, como terapeutas, es que la persona tenga este insight cuando le hacemos la metáfora, un click, si la persona no da señales de prestar atención a esta metáfora y hacer asociaciones, esta metáfora no ha sido eficaz.
Por lo tanto, lo que te recomiendo es hacer una metáfora que tenga en cuenta varios aspectos:
Recogida de información de la persona y disociación
Lo más importante cuando queremos hacer una metáfora es la recogida de información de la persona (si es posible) porque todo lo que sepamos lo vamos a utilizar. Una vez tenemos esta información sobre la persona y sobre su problema lo que tenemos que hacer es disociar a la persona, o sea, la disociamos de la consulta, la disociamos del problema, por lo tanto, la metáfora tiene que ser bien trabajada y que tenga bastante relevancia para que la persona se olvide del problema y se meta en la metáfora que le explico, o en el storytelling. Entonces, es muy importante esta disociación de la misma forma que la recogida de la información que llamamos en psicoterapia como utilización.
Evocar experiencias
Esta metáfora tiene que evocar experiencias, es decir, si yo le cuento una metáfora que no le llega a la persona de ninguna forma, yo no estoy evocando ninguna experiencia. Pero si yo estoy contando una metáfora donde realmente evoco unas emociones a la persona, esta persona se va a quedar con el mensaje, va a tener este insight que necesita.
Desestabilizar o provocar confusión
Otro paso importante es producir desestabilización o provocar confusión y esto no se hace con cualquier persona; esto se hará en función del proceso mental que vemos que puede tener el cliente/paciente. Porque si es una persona que ya tiene facilidad, que ya tiene conexión con nosotros y que cualquier metáfora le sirve, pues ahí ya no hace falta crear ningún tipo de confusión. Pero si es una persona muy analítica, con una mente que yo llamo “la mente del ingeniero”, muy racional, donde todo debe tener una estructura y un proceso, pues ahí sí que sirve crear un poco de confusión. Entonces, insisto, la desestabilización y la confusión no sirve para todas las personas.
Crear curiosidad
Otro paso fundamental, también en el mundo de las metáforas, es crear un poco de curiosidad, crear curiosidad para que la persona, mientras nosotros seguimos explicando la metáfora o contamos una historia, tenga curiosidad de querer saber más. Si la persona desconecta de la metáfora a cabo de los treinta segundos ya no le interesa, ya empiezan a aparecer las resistencias y la metáfora no funciona igual de bien.
Debe contener algún reto
Entonces, que tenga curiosidad… para que tenga curiosidad la persona, mi metáfora tiene que incluir suficientes detalles o aspectos que den paso, den lugar a esta necesidad de querer saber más.
Por lo tanto, esto me lleva a otro paso que es que esta metáfora tenga como algún reto, que la persona tenga que superar algo, tenga que hacer algo para que entienda o para que logre el cambio; y esto es aplicable tanto a las metáforas como al storytelling.
Lograr el cambio
Bien, pues, vistos todos estos pasos, uno también igual de necesario es lograr el cambio, es decir, acercar a la persona a la meta, al cambio. De nada sirve los pasos anteriores si yo no introduzco el tema del cambio.
Entonces, como puedes ver, en todos estos pasos, se pueden utilizar de cualquier forma; no necesariamente uno lleva al segundo o al siguiente, pero sí que la metáfora incluya, si no todos, pues por lo menos, casi todos.
La verdad es que hay algunos pasos más o algunos detalles importantes; pero en este artículo me voy a quedar aquí para que a ti te sea claro todo esto y que puedas empezar a utilizar las metáforas , si quieres, en tus sesiones o, si eres una persona que estás llegando a este artículo y no eres terapeuta, pues, que sepas un poco cómo trabajan los terapeutas que utilizan terapia breve, que utilizan hipnoterapia ericksoniana y algunas metodologías más de este tipo.
Recuerda que en el canal de Youtube tengo varios videos que pueden ayudarte a entender más el maravilloso mundo de las metáforas.
Os dejamos el primer vídeo explicativo de la metáfora en psicoterapia.