
Muchos padres acuden a consulta porque tienen niños que son inquietos en la escuela y en casa, les cuesta seguir normas y son traviesos. Esto a veces puede ser normal según la etapa del desarrollo en la que se encuentra el niño. De hecho, hay veces que este tipo de comportamiento no suele llamar a la atención y se suele corregir con el tiempo.
Pero otras veces podemos observar que esto puede unirse a una falta de autoestima, problemas con en el colegio, con los profesores, incluso con otros niños.
¿Qué le puede estar pasando a mi hijo?
Quizá algo revelador que indica que realmente es necesaria la intervención es que el niño/niña/adolescente se encuentra mal: expresa que no se siente bien consigo mismo/-a, que le va mal en el cole, que los profesores le/la castigan y no lo entiende.
Y es muy frustrante porque, al ser normal este comportamiento en algunas etapas, muchas personas piensan que la niña /niño/adolescente es mala/-o, cuando en realidad puede estar pasando por un problema muy real.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH es un problema del desarrollo neurológico que, como resultado, da un patrón de comportamiento persistente y rígido, que se caracteriza por la impulsividad, la falta de atención e hiperactividad. En niños y adolescentes es muy común que vaya acompañado de falta de autoestima, actitud desafiante y /o conflictiva.
¿Cómo es el TDAH en niños y adolescentes?
El TDAH en niños suele presentarse de una forma algo diferente a cuando se detecta en adultos: podemos encontrar niños muy nerviosos, rebeldes o que les cuesta mantener la atención a lo que les dices, adolescentes con dificultades para seguir normas, niños que se sienten tristes e incomprendidos y que pueden llegar a pegar a otros niños.
Muchas veces, se les puede ver con tristeza, y cuando les preguntas, los más mayores, podrán responder que se sienten mal por no sentirse buenos, por sentirse diferentes al resto de niños, adolescentes y adultos, o incluso sentirse “tontos” en el colegio porque les cuesta mucho seguir rutinas, se aburren o no entienden lo que se explica en clase.
A veces esta tristeza en los niños más pequeños es más fácil expresarla con enfado: responder mal a los profesores, a los padres, suelen querer estar con amigos, pero a su vez pelearse con ellos… todo esto suele ser muy habitual en niños y adolescentes que tienen TDAH. Y cuando les preguntas a estos más pequeños porqué se sienten enfadados no suelen saber por que se enfadan tanto.
Pero… ¿por qué en unos niños se expresa de una forma y otros en otra? ¿Por qué unos no saben qué les está pasando o incluso piensan que “son así” y otros entienden que algo está pasando? Bueno, hay varios factores que pueden estar pasando para que se de esta diferencia: la madurez emocional, la situación escolar, cómo está la familia, cómo se exponen las normas…
Hay niños que piensan que son malos o que “tienen la mecha corta”, que no se les da bien el cole o que no se les da bien nada, cuando en realidad, lo que les sucede es que hay algo que no les permite poder concentrarse, no aburrirse en seguida o “saltar”.
¿Qué genera el TDAH en ellos?
Este trastorno del desarrollo lo que genera es:
- Frustración
- Tristeza
- Enfado y problemas de comportamiento con otros niños y adultos
- Problemas de autoestima
- Impulsividad
- Hiperactividad
- Problemas con las normas
- Problemas con el rendimiento académico
- Falta de atención
- Falta de motivación
- Miedo de pedir ayuda o rechazo a acudir a consulta porque piensan que no les pasa nada, que son así, o que nadie puede ayudarles.
¿Cómo afecta al entorno?
En el entorno familiar suelen producir agotamiento, ya que los niños ya suelen tener más energía que los adultos y la hiperactividad puede acuciar este rasgo, haciendo que sean niños inagotables.
Por otra parte, pueden generar desgaste en la relación de pareja, ya que cuando ellos no pueden atender a las normas o a lo que se les dice, muchas veces la pareja, los padres, pueden discutir o no estar de acuerdo en la forma de poner límites al niño o adolescente.
Muchas veces son niños y adolescentes incomprendidos, que se enfadan, que son reactivos, y se sienten mal consigo mismos, y desde casa ya no se sabe cómo hacer con ellos, lo cual ellos pueden notar y hacer que su actitud empeore debido a la culpa y la incomprensión.
En el entorno escolar suelen ser niños que desempeñan el papel del “payaso de clase“, o “el rebelde”. Por lo que algunos profesores pueden no identificar fácilmente qué está pasando y con ese niño, pueden no saber si ese comportamiento tiene que ver con lo que pasa en casa, con que el niño tenga alguna dificultad para entender lo que se le dice o simplemente, que no entienda los límites y de ahí entiendan que necesitan ser más estrictos. Lo que se traduce en que entiendan el entorno escolar como algo hostil y no quieran ir.
Con los amigos y amigas, al tener problemas en los dos entornos anteriores suelen buscar refugio aquí. Sin embargo, en la medida en la que aparezcan juicios, competiciones y discusiones, de las que no se libra ningún niño o adolescente con sus iguales, esto puede ser un problema para un niño o adolescente con TDAH, ya que la impulsividad puede jugarles malas pasadas, perder apoyo, perder amigos y personas en las que confiar.
¿Se puede mejorar el TDAH en niños y adolescentes?
Se puede encontrar mejora en niños y adolescentes con TDAH cuando empezamos a colaborar cuando entre los padres se desarrollan estrategias de desahogo por una parte, y también de empatía hacia el niño/adolescente. Por otra parte, comunicar al entorno escolar que hay un problema, ayudará a hacer una adaptación curricular si fuera necesario, y sobretodo a entender y facilitar las materias para que el niño/adolescente pueda manejar mejor las asignaturas. También la actitud de los maestros al conocer el problema facilitaría la adaptación del niño al entorno desde un lugar diferente del desafío, desde la aceptación.
Por otra parte, facilitarle estrategias para lidiar con su problema de atención, facilitar mnemotecnias, acompañar y dar soporte, hará que el niño/adolescente pueda mejorar mucho su autoestima, pueda ir mejorando en sus estudios y aprender a lidiar consigo mismo y con los demás de otra forma.
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Psicóloga graduada en la Universidad de Barcelona (Col.Núm: 29506).
Colaboradora, tratando con éxito problemas como: bloqueos, ansiedad y fobias, dependencia emocional y apego, afectaciones de la piel y digestivas, adelgazar, trastornos alimenticios, traumas.