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TDAH en adultos

Muy a menudo oímos hablar del TDAH en niños, pero este trastorno mental también lo tienen adultos.

Adultos que en su infancia no fueron diagnosticados pero que durante toda la vida han sufrido y no han sabido a que se debe este sufrimiento. Estos niños que ya son adultos, han sufrido por no poder mantener su atención, han sufrido por ser muy despistados y olvidadizos, por despistarse hasta con las moscas, por tener su cabeza igual de caos que la habitación. Y todo esto les ha traído además problemas de autoestima, estrés y muchos bloqueos.

En este artículo te explicaré qué es el TDAH en adultos, como afecta a quién lo sufre, como afecta al entorno de quién lo tiene y te diré si tiene solución.

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurológico que se caracteriza por la dificultad para concentrarse, impulsividad e hiperactividad y un patrón persistente de inatención que interfiere con las actividades cotidianas y la capacidad de funcionar en el trabajo, la escuela y las relaciones personales.

Algunos de los síntomas principales del TDAH en adultos son:

  • Dificultad para concentrarse en tareas.
  • Impulsividad en la toma de decisiones.
  • Dificultad para organizarse.
  • Falta de atención a detalles.
  • Falta de cumplimiento de responsabilidades.

Estos síntomas pueden ser especialmente problemáticos en el entorno laboral, donde la capacidad de concentración y la organización son críticas. Pero también en la vida familiar por olvidarse con frecuencia de las tareas y por tener muchas dificultades en llevar una cierta organización dentro de la casa.

Otras manifestaciones características de TDAH en adultos son:

  • Interrumpen tu respuesta antes de que termines de hacer la pregunta.
  • Interrumpen las conversaciones de otras personas.
  • Hablan demasiado y muy rápido (aquí hay excepciones y variaciones).
  • Tienen menos estabilidad laboral. Se aburren con facilidad y la constancia es el punto débil.
  • Cometer errores o se descuidan en el trabajo, especialmente porque son desorganizados, se distraen con facilidad o tienen problemas para concentrarse en actividades que encuentran aburridas.
  • Suelen emprender muchos proyectos seguidos, dejándolos sin terminar, entre otras causas por una tendencia frecuente a posponer las tareas innecesarias hasta el último minuto.
  • A menudo cada día tienen que buscar las llaves, la cartera o el móvil porque no recuerdan donde lo han dejado.
  • Se les etiqueta de olvidadizos por que olvidan fácilmente nombres o cosas.
  • Posible conducción agresiva.

¿Qué genera en quién lo tiene?

Todas las manifestaciones pueden derivar en estrés y ansiedad, depresión, e incluso consumo de sustancias tóxicas.

Además, es altamente probable que el adulto con TDAH tenga una baja autoestima porque ha tenido que crear mecanismos y recursos que compensaran su déficit de atención para poder ser más funcional en su vida escolar, laboral y personal.  Esto siempre le ha costado grandes esfuerzos en comparación con quién no tiene TDAH.

El adulto con TDHA ha tenido creencias o pensamientos del estilo “no soy bueno para nada”, “soy tonto”, soy un desastre”, etc… que han minado su autoestima durante años y ya forma parte de la identidad de la persona.

¿Cómo afecta al entorno el adulto con TDAH?

A menudo el entorno de la persona suele etiquetar al adulto con TDAH cómo una persona despistada, desinteresada, holgazana, que no da todo lo que puede, que no es serio porque no termina lo que empieza, y muchas otras etiquetas que producen en el un refuerzo de las creencias y visión negativa.

Las personas de su entorno pueden desesperarse al no entender las razones que le llevan a actuar así o creer que es su falta de interés la que hace que no termine lo empezado u olvide, un objeto, una acción que tenía que realizar o cualquier cosa que para la otra persona es importante.

Se ha de tener en cuenta que el adulto con TDAH se ha adaptado a esos “fallos” y gracias a eso ha podido sobrevivir en su día a día. Cuando alguien del entorno le etiqueta por su conducta, lo que está consiguiendo esa persona del entorno es reforzar aquellas creencias o conceptos negativos que tiene la persona sobre si misma. Esta es la principal razón por la que a los adultos con TDAH les cuesta aprender desde el reforzamiento negativo.

Ellos ya se han castigado antes de que el entorno les siga castigando, y cuando el entorno les castiga pueden ocurrir dos cosas:

  • El adulto con TDAH siente reforzadas sus creencias negativas “soy un desastre”, “no sirvo para nada”, etc… hundiéndole más.
  • El adulto le saca importancia a las palabras (a través del humor o la creatividad) a lo que le dice la otra persona para no reforzar esas creencias.

Esto suele derivar en que la persona sana interprete su conducta cómo pasotismo o falta de interés.

¿Se puede mejorar el TDAH en adultos?

La respuesta rotundamente es que sí.

El TDAH en adultos se puede trabajar haciendo terapia y profundizando en el desarrollo personal. Teniendo en cuenta que ya es algo que va con su identidad no desaparecerá por completo, pero si se pueden mejorar todas las áreas en las que ahora tiene problemas y se pueden reforzar aquellas en las que destacan por encima de los otros: la creatividad y la espontaneidad.

Un aspecto igual de importante es que se le explique al entorno cómo funciona la cabeza de un adulto con TDAH y apoyarle en este desarrollo sin fomentar más su inseguridad y baja autoestima que ya de por sí la propia persona ha ido reforzando a través de sus experiencias.

Escrito por: Daniela Constantin y Jaume Serral

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